Fiesta de cumpleaños | 2015

La fiesta de cumpleaños es uno de los rituales más globalizados que tenemos. Pero, ¿qué es lo que estamos celebrando? ¿Celebramos la vida, el final de un ciclo, el paso del tiempo, la cercanía de la muerte?  ¿O se trata de una manera de enaltecer nuestra individualidad y hacer demostraciones de poder a través de nuestra capacidad de adquisición?

Esta serie se basa en una especie de encuesta hecha a través de las redes sociales a través de las cuales hice pedido de fotos de cumpleaños. Las fotos recibidas reflejaban la gran mayoría la expresión de amor hacia un ser querido, o la celebración de la vida. La rememoración del primer año de vida, la abuela que logra cumplir una año más desafiando alegre la muerte, la celebración de la vida de los hijos y la alegría que representa contar con su mirada inocente que nos ayuda a sobrellevar las dificultades de la vida.

Sin embargo hay algo sombrío en la celebración de los cumpleaños, la constatación del paso del tiempo. No se detiene. La fiesta de cumpleaños nos recuerda que estamos vivos, que el tiempo es algo que nos trasciende, es lo que nos recuerda la angustia de ser mortales, algo que en nuestro cotidiano queremos olvidar. El pasado y el futuro no existen, el presente es el cruce entre ellos. El tiempo es circular, siempre llega otro año el mismo día, nada es igual, pero todo se repite. La concepción del tiempo a través de los valores dominantes lo ha convertido en algo utilitario, el tiempo es una función de la productividad, aprovechar el tiempo es hacerlo productivo y eficiente, pero, ¿qué es lo que producimos y para qué? ¿Eso que estamos produciendo tiene un valor en nuestras vidas, tiene una función, un significado que no sea utilitario?

Esta serie está inspirada en el monólogo de Sigismundo de “La vida es sueño” de Calderón de la Barca:

“Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando, disponiendo y gobernando;  y este aplauso, que recibe prestado, en el viento escribe, y en cenizas le convierte la muerte, ¡desdicha fuerte! ¿Qué hay quien intente reinar, viendo que ha de despertar en el sueño de la muerte?  Sueña el rico en su riqueza,  que más cuidados le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza; sueña el que a medrar empieza, sueña el que afana y pretende, sueña el que agravia y ofende, y en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí  de estas prisiones cargado,  y soñé que en otro estado más lisonjero me vi. ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño: que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.”