Water melon island | 2020-2021

Todos vivimos en la búsqueda insaciable de la satisfacción de los propios deseos. Es una serie que nace en plena pandemia, habla del aislamiento, pero no el causado por las circunstancias externas, se trata de nuestro aislamiento existencial que esta situación ha puesto en evidencia: vivimos en mundos ilusorios creados por nuestros deseos egoístas. Nos hemos separado de la naturaleza, hemos creado muros, fronteras, límites, hemos puesto nombres, conceptos, hemos clasificado el mundo y los seres que habitan en él, hay premer mundo, segundo mundo y tercer mundo, ciudadanos de primera clase y de segunda, pasaportes que abren puertas y otros que las cierran, y ahora incluso pasaportes sanitarios. Vivimos como flotando en algo tan frágil como una isla de sandía de goma. Puede explotar en cualquier momento junto con toda la arquitectura que sostiene nuestro mundo.  El nombre en inglés, es una ironía ya que refleja la dinámica aspiracional en la que vivimos en el tercer mundo, queriendo siempre pertenecer a ese primer mundo que la globalización nos invita a desear constantemente.

Se trata de una serie que habla sobre la fragilidad de la clase media latinoamericana, disfrutando de instantes de placer, en pequeñas piscinas, aspirando a un status, queriendo extraerse de una realidad social llena de inequidades. El flotador de sandía representa el mundo del deseo, hace también alegoría a “el sabor de la sandía” de Tsai Ming Liang, una película en la que los personajes en medio de situaciones de encierro y restricciones, parecen buscar sentido en la sensualidad como una válvula de escape. Los flamencos rosados hacen alusión a los años 50 norteamericanos, en donde esta imagen abundaba en la estética del norteamericano medio buscando alcanzar un estatus.

Koi Kerayvoty, es el título en guaraní, los peces koi son peces que se han expandido en el mundo para su uso ornamental. En guaraní kera es dormir, yvoty es flor o adorno. Así se dice sueño en guaraní, como si el acto de soñar hiciera más bello el hecho de dormir. Ella duerme, en su ilusión, sueña también mientras duerme, y quizás los peces son parte de ese sueño o quizás toda la vida es sueño como diría Calderón de la Barca.


Depilation sobre depilation y melusina, obras ganadoras del segundo lugar en el premio matisse 2020

“Depilation” y “Melusina” hacen parte de una serie que reflexiona sobre la identidad. Melusina es un mito fundacional de nuestra cultura judeo cristiana, que representa nuestra relación con el cuerpo femenino, con el deseo, la maternidad, el poder. Melusina, un hada que se une con un mortal con la única condición de no ser vista los sábados, prohibición transgredida por su esposo poniendo un trágico fin a la historia de amor. Este mito pone igualmente en evidencia la imposibilidad de comprensión entre dos mundos antagónicos, que pueden ser interpretados como el femenino y el masculino, el mundo sobrenatural y el de los humanos, el espiritual y el material, el emocional y el racional…

Me interesa abordar nuestra identidad en cuanto construcción social y nuestra relación con las fuerzas de poder desde la micropolítica, desde una mirada subjetiva que tiene relación tanto con nuestra existencia y razón de ser individuales y místicas como con la construcción social y la complicada manera en que se interrelacionan.

Depilation

Su título es en inglés, el idioma de la globalización, así como lo es la depilación, un consenso de belleza global que ha atravesado siglos y culturas, y difícilmente cuestionable. El pelo nos acerca al mundo animal, del que las mujeres quisimos separarnos extirpando pelo a pelo e incluso poniendo en riesgo nuestra salud en muchas ocasiones al usar métodos dañinos buscando la depilación definitiva. No hasta hace mucho las mujeres éramos más consideradas parte del mundo animal que del de los seres humanos: emocionales, pocos racionales, incapaces de ser activa de la vida política, peligrosas, conectadas a los misterios de la naturaleza, fuente de deseo y de perdición. Pelo a pelo tratamos  de arrancarnos el estigma de encima y acercarnos a un estereotipo de belleza que respondía a lo que se esperaba de nosotras, cayendo en otro estigma. Nuestra cultura está llena de  “referentes ausentes”, seres que para referirse a ellos se generaliza y ausenta la individualidad para que no podamos sentir ningún tipo de empatía. Nuestros hábitos cotidianos y nuestro lenguaje son reflejo de ese mundo lleno de dualidad, de dominantes y de dominados en el que vivimos, un mundo de depredadores.

Melusina

Se trata de un selfie que tomé en el espejo del baño.

El baño es el lugar en donde se escondía Melusina para transformarse en serpiente los sábados. Es el lugar de intimidad, un lugar cerrado, lleno de secretos, en donde sucede todo aquello que no es de dominio público, y el lugar en donde nos encontramos con nuestro cuerpo en su desnudez, con el espejo que revela las cicatrices y el paso del tiempo.

En el mito de Melusina su esposo, quien había prometido no tratar de verla los sábados, al descubrirla a través de la cerradura del baño convertida en serpiente, se horroriza y ella escapa abandonándolo a él y a sus hijos. Todas las riquezas que ella había generado con sus poderes de hada desaparecen con ella.

Es un mito que atraviesa continentes y permanece en el tiempo, una imagen recursiva la de la mujer sirena, dragón o serpiente. Un mito que se mezcla con la realidad e incluso nobles europeos se declararon descendientes de Melusina para darle un valor místico y aristocrático a su estirpe. Melusina es igualmente un mito representativo de la relación entre hombres y mujeres, determinada por la cultura judeo-cristiana, en donde la desnudez de la mujer es algo prohibido, y el origen de su belleza y poder puede estar relacionado con el mundo sobrenatural de los seres alejados de Dios.

Esta obra es realizada a partir de un selfie en el espejo del baño gracias a ese aparato que hoy en día nos acompaña siempre como un alter ego. Sin embargo este selfie busca algo de real, no la imagen proyectada hacia los demás en las redes sociales. Busca a Melusina, a ese ser que no pertenece completamente al mundo de los humanos, que sabe que tiene un origen místico y que su ser no puede estar absolutamente delimitado por su forma. El vapor en el espejo deforma la imagen, pero es en esa imagen deformada en donde puedo encontrar algo más cercano a una identidad, sin límites, sin estereotipos, flexible, mutante, no determinada ni por las formas, ni por los conceptos.

El espectador tiene la posición voyerista del esposo de Melusina, llevado a descifrar el cuerpo desnudo e través de las manchas confusas de la pintura que representan un espejo empañado.

Detalles de obras

Autor

Silvana Nuovo

Serie

Water melon island

Año

2020

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